No es sólo Fecal: desde Argentina
Desde Argentina, recibimos el siguiente comentario, que vale la pena discutir:
“No es Calderón como individuo es la burguesía nacional de Mejico en conjunción con la burguesía internacional, es el mismo caso de Uribe, el cual tampoco no es un individuo accionando solo, por igual también Obrador es un representante de la burguesía o de los intereses de un sector de la burguesía de Mejico. Los trabajadores al no tener conciencia de sus intereses y de cual es su misión historia, pone sus propios verdugos en el poder”.
Ciertamente, la lucha del pueblo de México es contra la burguesía pero más concretamente contra la derecha nacional e internacional. Dada la tradición presidencialista del país, las protestas se centran principalmente en Felipe Calderón, Fecal; puesto que mucha gente no está demasiado politizada se guía más bien por sus reacciones en torno a personajes que encarnan sectores y proyectos políticos.
AMLO tiene un proyecto de gobierno, centrado en la defensa de la justicia social, el estado laico y los valores republicanos, por lo que es por ahora la mejor opción político electoral para el país, y encarna un liderazgo enérgico que no se había tenido desde hace mucho tiempo.
Desde el exterior suele decirse que es “igualmente burgués” que Calderón. AMLO no representa efectivamente una propuesta socialista o comunista, pero no son equivalentes, simplemente porque la derecha panista busca la destrucción del estado laico y promueve proyectos radicales como los implicados en la ideología de la inseguridad y como las privatizaciones.
Paradójicamente, grupos que en el extranjero han cultivado una imagen de radicales socialistas, como el que encabeza Marcos, han sido en la práctica instrumentos dóciles de la derecha mexicana, con la que han establecido en la práctica una relación de coexistencia pacífica y hasta de mutuo respeto, en contraste con el rechazo que constantemente expresan hacia Obrador.
Durante la campaña, en lugar de atacar a Fox y señalar los saldos de su gobierno, Marcos se concentró en criticar a AMLO y en tratar de evitar que la gente votara por él. Estaba haciendo lo mismo que los panistas, pero en otro frente.
Como se ha demostrado, al negar o regatear el apoyo a AMLO, lo que se hace es fortalecer a la ultraderecha panista. Contra ella es la lucha que hoy lleva a cabo el pueblo de México, y que debe conducir a etapas superiores de conciencia política y de radicalismo.
“No es Calderón como individuo es la burguesía nacional de Mejico en conjunción con la burguesía internacional, es el mismo caso de Uribe, el cual tampoco no es un individuo accionando solo, por igual también Obrador es un representante de la burguesía o de los intereses de un sector de la burguesía de Mejico. Los trabajadores al no tener conciencia de sus intereses y de cual es su misión historia, pone sus propios verdugos en el poder”.
Ciertamente, la lucha del pueblo de México es contra la burguesía pero más concretamente contra la derecha nacional e internacional. Dada la tradición presidencialista del país, las protestas se centran principalmente en Felipe Calderón, Fecal; puesto que mucha gente no está demasiado politizada se guía más bien por sus reacciones en torno a personajes que encarnan sectores y proyectos políticos.
AMLO tiene un proyecto de gobierno, centrado en la defensa de la justicia social, el estado laico y los valores republicanos, por lo que es por ahora la mejor opción político electoral para el país, y encarna un liderazgo enérgico que no se había tenido desde hace mucho tiempo.
Desde el exterior suele decirse que es “igualmente burgués” que Calderón. AMLO no representa efectivamente una propuesta socialista o comunista, pero no son equivalentes, simplemente porque la derecha panista busca la destrucción del estado laico y promueve proyectos radicales como los implicados en la ideología de la inseguridad y como las privatizaciones.
Paradójicamente, grupos que en el extranjero han cultivado una imagen de radicales socialistas, como el que encabeza Marcos, han sido en la práctica instrumentos dóciles de la derecha mexicana, con la que han establecido en la práctica una relación de coexistencia pacífica y hasta de mutuo respeto, en contraste con el rechazo que constantemente expresan hacia Obrador.
Durante la campaña, en lugar de atacar a Fox y señalar los saldos de su gobierno, Marcos se concentró en criticar a AMLO y en tratar de evitar que la gente votara por él. Estaba haciendo lo mismo que los panistas, pero en otro frente.
Como se ha demostrado, al negar o regatear el apoyo a AMLO, lo que se hace es fortalecer a la ultraderecha panista. Contra ella es la lucha que hoy lleva a cabo el pueblo de México, y que debe conducir a etapas superiores de conciencia política y de radicalismo.
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